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La Argentina y la guerra del Medio Oriente: visiones jurídicas internacionales y personales
Por Juan Antonio Travieso
“Argentina se ha alineado con Israel en su situación actual en el Medio Oriente. Ello surge de la expresión presidencial con la que en lo personal coincidimos. Como señalamos, hay antecedentes que justifican esa posición en el marco de las atribuciones, funciones y responsabilidades presidenciales.”
“Recordemos que según Karl von Clausewitz, la estrategia se refiere a la guerra, “que es la continuación de la política exterior por otros medios diferentes a la diplomacia”. Completando esa visión bélica, recordemos que había una frase que establecía que si quieres la paz prepárate para la guerra. Lo importante, desde nuestro punto de vista, es que siempre hay que prepararse para la paz. Pero la paz requiere memoria. La Argentina recibió dos ataques terribles que han sido condenados y juzgados recientemente por la Cámara de Casación. Sin dudas tenemos muchas tragedias en nuestro pasado reciente para la construcción de la paz.”
Citar: elDial.com - DC33F3
Publicado el 17/04/2024
Copyright 2025 - elDial.com - editorial albrematica - Tucumán 1440 (1050) - Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina
Texto Completo
La Argentina y la guerra del Medio
Oriente: visiones jurídicas internacionales y personales
Por Juan Antonio
Travieso
El mundo se debate ante conflictos internacionales
que
nos provocan sensaciones diversas. Recordemos la invasión de Rusia a
Ucrania y
más atrás en el tiempo, la masacre de Ruanda con casi un millón de
muertos en
uno de los genocidios más siniestros de la humanidad.
Ahora, el mundo cambió a partir del 7 de octubre
de 2023
ante el ataque terrorista aterrador de Hamas contra Israel.
Ahora se presenta el ataque de Irán a Israel y sin
perjuicio de nuestras opiniones condenatorias, se plantea la acción
actual de
la Argentina al respecto y su fundamentación.
Enfoque
constitucional e internacional
Sin dudas la primera mirada es la normativa
constitucional.
Veamos:
La Constitución Argentina tiene diversas normas en
la
materia (arts. 27; 31; 75 incs. 13, 15, 22 y 24; 99 incs. 11 y 7; 116;
124 y
126).
De allí, siguiendo a Joaquín V. González abre el
esquema
de las relaciones.[1]
En primer lugar, la facultad del Estado de
celebrar
tratados internacionales, y en segundo lugar la cuestión referida a la
representación
en el exterior, a través de actos que afectan a la Nación en su calidad
de
Estado o persona del derecho internacional.
Sin dudas queda claro que es una obligación
permanente
del gobierno federal mantener relaciones amistosas con las potencias
extranjeras y que el presidente de la República es quien tiene la
atribución
directa.
Sin perjuicio de lo expuesto, en principio no
surge de la
constitución una norma expresa, sin perjuicio del art. 27 que le
atribuye al
gobierno federal la obligación de “afianzar sus relaciones de paz y de
comercio
con las potencias extranjeras”.
El Poder Ejecutivo
conduce las relaciones exteriores
El tema tiene amplios antecedentes en la
legislación
comparada, en especial en la Constitución de los Estados Unidos de
América con
la doctrina de Jay y la concepción hamiltoniana dentro de un diseño de
un
Ejecutivo fuerte y unipersonal, con amplias facultades en la diplomacia
y con
límites a la injerencia del Poder Legislativo.
Alberdi y su visión
Siempre hay que recurrir a los padres fundadores
de la
Argentina. Alberdi en su obra “Bases y puntos de partida para la
organización
política de la República Argentina”, consideró que de la constitución
del Poder
Ejecutivo especialmente “depende la suerte de los Estados de la América
del
Sud”.
Ahora, hay que tener en cuenta en lo referente al
Presidente que en el art. 86 inc. 1 disponía: “Es el jefe supremo de la
Nación
y tiene a su cargo la administración general del país”.
La síntesis es que Juan Bautista Alberdi siempre
fue
partidario de un ejecutivo fuerte, conductor de la gestión de gobierno.
Por su parte en la Constitución Argentina
reformada en
1994 se establece que el presidente es “el jefe supremo de la Nación,
jefe del
gobierno y responsable político de la administración general del país”
(art. 99
inc. 1).
Ese tema genera que en realidad hay una mirada
adicional
que se dirige a que los temas de la política exterior deberían ser
"políticas de Estado" debidamente discutidas, negociadas y acordadas
con el liderazgo del Gobierno y la activa participación del Congreso,
los
partidos políticos y también las organizaciones de la sociedad civil.
Ese sería el “master plan”, nuestra suma de deseos
porque
la política exterior hay que entenderla como una construcción de la
sociedad en
su conjunto.
Aquí y ahora
Veamos, pues la situación actual, luego del marco
teórico
sintéticamente expuesto.
Argentina se ha alineado con Israel en su
situación
actual en el Medio Oriente. Ello surge de la expresión presidencial con
la que
en lo personal coincidimos.[2]
Como señalamos, hay antecedentes que justifican
esa
posición en el marco de las atribuciones, funciones y responsabilidades
presidenciales.
Recordemos que según Karl von Clausewitz, la
estrategia
se refiere a la guerra, “que es la continuación de la política exterior
por
otros medios diferentes a la diplomacia”[3].
Completando esa visión
bélica, recordemos que había una frase que establecía que si quieres la
paz
prepárate para la guerra.
Lo importante, desde nuestro punto de vista, es
que
siempre hay que prepararse para la paz.
Pero la paz requiere memoria. La Argentina recibió
dos
ataques terribles que han sido condenados y juzgados recientemente por
la
Cámara de Casación. Sin dudas tenemos muchas tragedias en nuestro
pasado
reciente para la construcción de la paz.
Sin embargo esa situación no nos exime de reclamar
la paz
como un objetivo irrenunciable y por supuesto, más allá de nuestras
opiniones,
siempre debemos empeñarnos en la construcción de la paz, teniendo
presente la
frase bíblica: Justicia, Justicia perseguirás.
Conclusión
Para avanzar, a veces es necesario retroceder.
En ese sentido hay que recurrir al pasado, a la
historia
para encontrar solución a problemas recientes.
Retrocedamos a comienzos del siglo XX, durante la
Primera
Guerra Mundial (1914-1918), y recordemos que la Argentina en esa
ocasión adoptó
la política de neutralidad, tanto durante el gobierno conservador como
en la
etapa radical bajo la presidencia de Hipólito Yrigoyen.
Quizás más allá de los tambores de la guerra, esa
sería
una gran acción que seguramente sería muy bien recibida por nuestra
sociedad,
porque la paz es siempre bienvenida.
Citar: elDial.com - DC33F3
Publicado el 17/04/2024
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