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Chat GPT: Nuevas IA en el ordenamiento jurídico
Por Lucas de Venezia
¿Qué es Chat GPT y cuáles son sus usos? ¿Cómo puede afectar la IA a la metodología de enseñanza y al sistema de justicia? ¿Cuáles son los desafíos éticos y legales en su uso? ¿Cómo se está adoptando la IA en el sector jurídico en Argentina y cómo está siendo utilizada Chat GPT en específico? ¿En qué otras industrias se pueden utilizar Chat GPT y cuáles son sus beneficios? El autor responde estos interrogantes mientras analiza esta disruptiva herramienta que, si bien aún se encuentra en desarrollo, tiene un gran potencial para cambiar la forma en que trabajamos en el ámbito juridico.
Citar: elDial.com - DC3168
Publicado el 03/02/2023
Copyright 2024 - elDial.com - editorial albrematica - Tucumán 1440 (1050) - Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina
Texto Completo
Chat
GPT: Nuevas IA en el
ordenamiento jurídico
Por
Lucas de Venezia(*)
1.-
Introducción 2.- Chat GPT3. 3.-Dilemas
morales 4.- Metodologías de enseñanza, nuevos paradigmas. 5.- IA en el
sistema
de justicia. 6.-Conclusiones
1.-Introducción
Recientes
innovaciones en el campo de la
informática relativas al desarrollo de nueva y mejorada Inteligencia
Artificial
(IA), junto con su irrupción e implicancias directas en el ordenamiento
jurídico argentino y en sus prácticas, nos invitan a repensar,
reflexionar y
definir nuevos escenarios que a la fecha se presentan como tierra
fértil o
territorio virgen sin explorar.
Se
avecina un cambio sustancial o disruptivo en
la escena contemporánea, de allí y con la pandemia o su aislamiento
como
antecedentes más cercanos, culmina siendo inteligente y menester, la
idea de
perfeccionarnos y anticiparnos a los cambios bruscos de paradigma,
evitando
improvisar, buscando así interpretar y gestionar los avances
tecnológicos de la
mejor manera y en el menor tiempo posible. Forma ello parte de un deseo
innegable de superación de la persona humana hacia formas más acabadas
de
convivencia, que en definitiva es lo que regula el derecho.
Contextualizando
y con la intención de marcar un
sendero inicial que sirva las veces de mapa, guía conceptual o
simplemente
interpelarnos, resulta lógico entender que, si bien el enfoque de este
manuscrito será esencialmente jurídico, esta creación -como objeto de
estudio
específico-, trasciende las diferentes ciencias o casas de estudio en
donde se
investiga e incluso a la fecha figura en la agenda de debate de las
organizaciones
y empresas más importantes del mundo.
Con
base en lo anterior y buscando esclarecer,
tocará sumergirnos en un estanque profundo e ilimitado como es el mundo
de la
IA, bregando por motorizar uno de los debates más interesantes y
necesarios que
necesitamos llevar adelante como comunidad jurídica. La
posibilidad real de analizar la convivencia sostenida -o no- con
nuevos sistemas computarizados que incluyen grandiosos y/o
cuestionables
avances en materia de herramientas de conocimiento digital. Hablamos de
tecnología avanzada y su aplicación directa en el derecho. Emparentado con esto último, ¿estamos
siendo proactivos para garantizar que el impacto de esta nueva
tecnología, en
el sistema judicial, en las academias de estudio, sea justa y
equitativa para
todos? ¿Cómo se compadece con los principios y reglas existentes?
¿Dichas
reglas y principios nos son útiles y de recibo en la encrucijada actual?
La
implementación de la IA en el mundo jurídico
debe ser cuidadosamente considerada y planificada, con un enfoque
basado en la
ética y la transparencia. Es necesario que la IA esté diseñada de
manera que
además evite la discriminación y garantice la justicia, y es importante
contar
con mecanismos de revisión y evaluación continuos para garantizar su
uso adecuado.
Ello
no dejará de tener implicancias para el
Estado constitucional de Derecho. Algunos han sostenido, incluso, un
cambio en
el sistema de fuentes. “Las constituciones -se ha dicho- con su idea
central en
un sistema de soberanía estatal, normación de una comunidad
determinada, leyes
generales y jueces deferentes poco tienen para ofrecer y tenderán a la
fosilización. En tanto que la convencionalidad aparece como un
instrumento
mucho más apto para receptar los nuevos derechos que el desarrollo
científico y
tecnológico demandará”.[1]
De
todos modos, hay que rescatar al derecho judicial –como aconteció con
el
“hábeas data” más allá del art. 43 CN y de la Ley de protección de
datos
personales- y al “Soft Law” -con su sistema de buenas prácticas- dentro
de todo
este paisaje.
Sondeando
brevemente la costra de este
ecosistema digital, a la fecha existen diferentes tecnologías de
inteligencia
artificial (IA) en uso en nuestro país, entre las más populares se
destacan: El
aprendizaje automático, comúnmente utilizado para analizar
grandes
cantidades de datos y aprender patrones y relaciones para mejorar la
precisión
de las decisiones. El procesamiento del lenguaje natural,
útil para
analizar y comprender el lenguaje humano, se perfecciona en la
generación
automatizada de texto. La cotidiana visión por computadora es
capaz de
actuar en el reconocimiento facial y la detección de objetos.
Asistentes
virtuales y su respectivo reconocimiento de voz,
también usado para
convertir la voz humana en texto, entre otras tareas. Sin embargo, la
reciente
aparición de ChatGPT3, desarrollado
por el laboratorio de inteligencia artificial OpenAI[2],
lo cambia todo.
2.
Chat GPT
Con
la necesidad corporativa de agilizar
procesos de aprendizaje o generar una adaptación laboral temprana para
nuevos
ingresantes y como una herramienta semejante a un instructor laboral
inicial,
sumamente autodidacta, se desarrolló ChatGPT, cuya contracción
gramatical
obedece a “Generative Pre-trained Transformer” un generador de lenguaje
entrenado, un completador de texto, entrenamiento de lenguaje por
transferencia. Bajando al llano, un tipo de IA que permite a los
usuarios
interactuar directamente con la máquina mediante un chatbot, de manera
práctica, sencilla, extremadamente ágil y versátil, esto mediante un
diálogo
fluido, receptivo y ameno en donde la computadora va incorporando y
captando
con cada interacción que recibe, desde preguntas e inquietudes hasta
afirmaciones o correcciones que uno le haga. Diseñado principalmente
para
imitar modelos de conversación humana, ChatGPT resulta sumamente útil
como a su
vez controversial.
Lo
diferencial, en este incipiente análisis
inicial, es que la máquina utiliza un tipo de proceso que le permite
evolucionar constantemente con cada participación, a su vez realiza una
clasificación en orden a las tareas que uno le va peticionando,
permitiendo así
volver luego sobre situaciones que ya fueron consultadas en otro
momento y
retomar desde la última intervención junto con su respectivo
aprendizaje o
instrucción.
Desmenuzando
aún más, estos chatbots son tan
poderosos que ostentan la capacidad multitask de poder crear textos
periodísticos, jurídicos o académicos, en clave de nota, de paper o de
tesis,
producir canciones, poemas, poesías, crear fórmulas de laboratorio o
resolver
tareas escolares, realmente su alcance no tiene límites tangibles y
naturalmente recién estamos en presencia de un prototipo inicial que se
encuentra
en constante desarrollo y que sin dudas continuará mejorando. ChatGPT
es un
modelo de lenguaje entrenado con gran cantidad de texto disponible en
Internet.
Como ejemplo palmario, frente a la pregunta de qué usos posibles podría
incluir
el chatbot, el mismo arrojó la siguiente respuesta:
●
Asistente
virtual: ChatGPT podría ser utilizado como un
asistente virtual para ayudar a los usuarios a encontrar información o
realizar
tareas específicas.
●
Generación
de contenido: ChatGPT podría ser utilizado para
generar contenido automatizado, como artículos de noticias o textos
para redes
sociales.
●
Análisis
de datos: ChatGPT podría ser utilizado para
analizar grandes cantidades de datos y generar informes automatizados.
●
Asistente
para la traducción automática.
●
Servicios
de atención al cliente automatizado.
Lo
siguiente a destacar, radica en comprender
que, si se le presenta la misma pregunta a ChatGPT por dos usuarios
diferentes,
es probable que produzca respuestas similares, pero no necesariamente
idénticas. A medida que el modelo recibe más información y es entrenado
con
nuevos datos, su capacidad para generar respuestas únicas y originales
aumenta.
Es
importante tener en cuenta que ChatGPT no
tiene conciencia ni intención, sólo es un modelo matemático que se basa
en
patrones de lenguaje, por lo que las respuestas generadas no son
originales en el sentido humano del término,
sino
que son combinaciones de frases y palabras previamente vistas en el
texto con
el que fue entrenado. Además, no tiene la capacidad de aplicar
criterios éticos
o morales en sus respuestas, ya que no tiene cánones que le permitan
distinguir
entre el bien y el mal.
3.-Dilemas
morales
La
creación de poderosas herramientas conlleva
siempre un proceso reflexivo, por tanto, cada paso merece ser sopesado
por
diferentes matices que nos rodean cotidianamente. Si partimos de la
base en que
las computadoras y los propios celulares son puertos de acceso a todo
el
conocimiento humano, por ilimitado que esto suene, de alguna manera y
abstrayéndose del plano moral de esta afirmación, lamentablemente
deberíamos
poder coincidir en que hoy en día, fruto de nuestra dependencia
silenciosa para
con las pantallas y dispositivos electrónicos, en cierta forma -quizás
pseudo
obligada incluso- todos estamos inconscientemente direccionados por los
algoritmos y motores de búsqueda con los que interactuamos a diario,
cada
página, cada click, cada suscripción o enlace que uno visita, va
dejando un
rastro, un complemento de perfil profundizado con sus respectivas
preferencias,
comúnmente llamado “huella digital” (digital
track, en inglés).
De
ahí, que fácilmente podemos colegir que los
usuarios se ven cada vez menos estimulados de recibir un contenido
novedoso que
desafíe sus puntos de vista, puesto que, a la corta y a la larga, uno
consume
lo que tácitamente demanda. El sistema se retroalimenta en lo que se
denomina
“filtro burbuja”, consumir lo que nos brindan por sobre lo que uno
verdaderamente necesita encontrar, situación que nos coloca en posición
desventajosa a la hora de explorar nuevas ideas, ya que las búsquedas e
investigaciones que uno realiza tienden a ser circulares y, por ende,
carentes
de innovación.
Esta
cuestión cobró especial relevancia en los
últimos años en el ámbito de las redes sociales, donde comúnmente se
habla de
“sesgo de confirmación” como un concepto novedoso que refiere a la idea
de que
los algoritmos muestran en un porcentaje mayor de contenidos que
validan las
propias ideas, suposiciones o creencias de los usuarios por encima de
otros que
puedan llevar a cuestionamientos internos.
A
mayor abundamiento, a esta dinámica
intelectual constantemente hay que prevenirla de la aparición de fake
news,
teorías conspirativas y diferentes maniobras que desalientan y atentan
contra
toda certeza de conocimiento o aprendizaje ciertos.
Esta
tecnología nueva de chatbots llega
primigeniamente para romper con esa estructura como principal ventaja,
permitiéndonos
explorar constantemente nuevas inquietudes en profundidad, conocer
nuevas
realidades buscando optimizar tareas, jornadas, actividades y
quehaceres de la
mejor manera, un sinfín de cuestión que solían presentarse con un
abordaje
inhóspito o dificultoso ahora se encuentran resueltas a pocas preguntas
de
distancia.
Por
supuesto que este acceso sistematizado e
ilimitado a todo tipo de información genera polémicas en los diferentes
campos
de estudio, por ejemplo, en la epistemología ortodoxa representa
controversias
en orden a que se emplaza directamente como una amenaza hacia la
capacidad
humana de interactuar de manera pausada, reflexiva y en profundidad, en
clave
de honestidad intelectual, con un libro o con cualquier tipo de
argumentación
compleja puesta por escrito. El mal llamado “facilismo” de las nuevas
generaciones
no es otra cosa que una conducta generalizada que se caracteriza y
orienta a
resolver cuestiones con una visión pragmática como norte constante. Ya
no
importa tanto el qué sino el cómo puedo resolverlo.
En
el futuro probablemente será necesario que deduzcamos
la forma en la que esta IA pueda potenciar aún más nuestros trabajos.
Los seres
humanos necesariamente debemos ubicarnos constantemente por delante de
las
permanentes actualizaciones informáticas, interpretando a estas
herramientas
como meros potenciadores y nunca como reemplazos o sustituidores del
empleo.
Sin embargo, la frontera es delgada entre una y otra realidad, de allí
las
resistencias que encuentra este chatbot.
Así
las cosas, lo cierto es que resulta
imposible negar que lo que solía ser un trote hoy se nos presenta al
galope; la
IA interactúa entre nosotros a pasos agigantados y de allí que se
impone rever
cuestiones primarias.
4.-
Metodologías
de enseñanza, nuevos paradigmas.
La
aparición de esta inteligencia podría tener
un impacto significativo en la metodología de enseñanza. Quizás
paulatinamente
y a medida que esta tecnología se difunda, progresivamente irán
quedando atrás
rutinas o vetustas reglas memotécnicas que merodean la forma de enseñar
y
aprender. La manera en que solíamos comulgar con estos hábitos de
estudio
mutará, por contundente que suene; ya no será tan relevante saber hacer
algo,
sino que esto trocará por comprender dónde encontrar lo que uno
necesita y cómo
adjudicar valor computarizado a esa búsqueda.
Necesariamente
tocará poner el enfoque en el
aprendizaje automático. La IA se basa en esto y las metodologías de
enseñanza
podrían adaptarse para enseñar a los estudiantes cómo utilizar estas
técnicas
para analizar datos y tomar decisiones. Esta innovación puede generar
decisiones automatizadas, por lo que es importante enseñar a los
alumnos cómo
analizar y cuestionar el razonamiento detrás de las decisiones de la
IA,
estimulando el pensamiento crítico.
En
recientes artículos periodísticos aparecidos
en los principales diarios de los Estados Unidos, se llega a la
conclusión que,
más allá de un punitivismo inicial, habría que cambiar la tradicional
secuencia
de enseñanza “introducción-desarrollo-conclusión”, con estrategias
didácticas
novedosas como escritos a mano, el trabajo grupal, mayor presencia
áulica o
plantear escenarios novedosos y específicos, sobre sus propias vidas y
los
eventos actuales.[3]
Finalmente,
y posiblemente como eslabón troncal,
en todo momento hay que orientar la enseñanza para que los estudiantes
entiendan las implicancias éticas de su uso; el rol del docente
consistirá en
alumbrar el valor de la ética como así también esperar que la IA sea
diseñada y
supervisada de esta misma manera. La ética estipula que cada uno es
responsable
primario de su propio desarrollo intelectual honesto, más allá del
arsenal
instrumental coadyuvante.
5.-IA
en el
sistema de justicia.
La
IA se está utilizando cada vez más para
mejorar la eficiencia y la precisión en el sistema de justicia. Esta
cuestión
es una realidad, desde el análisis automatizado de documentos legales
hasta la
generación de indicios judiciales. Sin embargo, con esta tecnología
viene la
responsabilidad de asegurar que no se estén violando los derechos de
los más
vulnerables y se profundicen los niveles de desigualdad de las partes
en el
proceso, lo cual constituye un capítulo significativo del Derecho
procesal
constitucional.
En
Argentina se está viendo un aumento en la
adopción de tecnologías de IA en el sector jurídico, con especial
atención en
el uso de chatbots como ChatGPT. Estos programas de lenguaje natural
están
permitiendo a los abogados automatizar tareas repetitivas, mejorar la
eficiencia y proporcionar un servicio al cliente mejorado.
Frente
a la pregunta de si podría o no
implementarse ChatGPT en la justicia argentina, el chatbot respondió:
La
implementación
de ChatGPT en la justicia argentina podría tener varios usos
dependiendo del
objetivo específico, algunos ejemplos podrían incluir:
●
Análisis
de documentos legales: ChatGPT podría ser utilizado
para analizar grandes cantidades de documentos legales, como sentencias
y
leyes, para ayudar a los jueces a tomar decisiones.
●
Generación
de documentos legales: ChatGPT podría ser
utilizado para generar documentos legales automatizados, como
sentencias y
órdenes, de manera rápida y precisa.
●
Predicción
de resultados: ChatGPT podría ser utilizado para
predecir los resultados posibles de un caso, basándose en patrones y
relaciones
identificadas en los datos.
En
líneas generales la IA puede procesar grandes
cantidades de datos y documentos de manera rápida y precisa, lo que
puede
ayudar a agilizar el proceso de toma de decisiones judiciales,
identificar
patrones y relaciones que podrían pasar desapercibidos para los humanos
y sin
dudas reducir costos automatizando tareas y procesos sin embargo en la
balanza
también debemos ponderar riesgos.
Principalmente
visibles en términos de
eventuales situaciones de discriminación, dando lugar a que se
repliquen
desigualdades existentes en los datos utilizados para su entrenamiento,
de
donde es que el chatbot obtiene sus fuentes, tema crucial y de futuros
trabajos
de investigación, lo que puede llevar a tomar decisiones erróneas.
La
cuestión que versa sobre la “transparencia”
es otra arista para considerar ya que puede ser difícil entender cómo
la IA
llega a sus decisiones, lo que puede dificultar la revisión y
evaluación de
estas, amén de sus consideraciones éticas como ya se expresara de
manera
inicial.
Finalmente,
apoyándome en la rigurosa honestidad
intelectual con la que debe analizarse esta cuestión, deviene
imprescindible
remarcar que, si bien estamos en presencia de tecnología avanzada, esta
aún se
encuentra en vías de desarrollo, ergo resulta acertado aclarar que en
torno a
las preguntas jurídicas que se la ha realizado a esta IA -en ocasiones-
ha
arrojado respuestas erróneas o imprecisas, las cuales llegado el caso,
podrían
inducir a los abogados y/o magistrados a tomar decisiones incorrectas.
Todo
ello impone prudencia a la hora de evaluar estos nuevos instrumentos de
IA.
6.-
Conclusiones.
Recién
alcanzamos a calibrar algunos de los
cambios que podrán sobrevenir con chatbot GPT. La respuesta inicial que
se ha
visto en centros de estudios de los Estados Unidos (Nueva York,
Seattle) ha
sido prohibirlos de las redes wifi de esos lugares, lo cual es ingenuo
y poco
efectivo dado que se puede bajar de otros dispositivos externos.
Una
conclusión tentativa lleva a un estudio caso
por caso, en un contexto en donde haya interacción entre usuario y
máquina,
honestidad en lo que cada uno aporta y transparencia de roles. La
docencia se
verá interpelada con tendencias al aumento de la presencia áulica y a
la
argumentación específica y diferenciada. El bot tiende a la respuesta
automatizada y lineal; el pensamiento humano deberá ser sofisticado y
multifacético, para subsistir como tal los embates de la hora actual.
(*) Abogado
(UCA). Doctorando en Derecho (UNLZ). Profesor Adjunto Regular de
Derecho
Procesal Constitucional (UCES). Docente de Cursos de Especialización de
Posgrado de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia
Nacional
(AMFJN).
[1]
GIL DOMINGUEZ, Andrés (2019), Inteligencia
Artificial y Derecho, Rubinzal-Culzoni, p. 191.
[2]
https://openai.com/blog/chatgpt/
[3]
Entre muchos otros aparecidos en los últimos días en la
prensa mundial, HUANG, Kalley (2023), “El efecto ChatGPT: las
Universidades
cambian sus métodos de enseñanza”, NYTimes, 18 de enero, www.nytimes.com,
haciéndose hincapié en una reingeniería curricular.
Citar: elDial.com - DC3168
Publicado el 03/02/2023
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